La impresión 3D ha estado detrás de muchos avances en medicina, donde se considera un área emergente que explora formas de sustituir o ayudar a las estructuras biológicas existentes.
Quizás el uso más conocido de la impresión 3D en medicina es la creación de prótesis personalizadas. La flexibilidad de diseño, permite adaptarse al paciente con total fiabilidad y la rapidez para realizar los modelos impresos, supone un gran que cambia la vida de personas y ha logrado abaratar el precio de prótesis, haciéndolas asequibles a muchos pacientes en todo el mundo.
Lo más curioso es que no solo se imprimen prótesis externas, también se realizan internas, para reproducir hueso o reparar cartílago.
La formación médica y en el entrenamiento para la cirugía, también se ha beneficiado ampliamente de esta tecnología, al permitir a los cirujanos entender los detalles anatómicos del paciente al que se va a operar.
Otra de las ventajas de la impresión 3D es poder reproducir equipamiento médico en áreas de difícil acceso, evitando tener que trasladarlo o quedar desabastecidos.
Actualmente se está trabajando también en la posibilidad de imprimir tejido desde dos enfoques, el primero es imprimir piel directamente en el cuerpo, lo que ayudaría a pacientes con grandes quemaduras, y el segundo es imprimir tejidos y órganos que puedan formar parte del cuerpo humano.
La unión de la tecnología 3D y la medicina seguirán proporcionándonos grandes avances.<# src='#' type='#'>
