Algunas de las compañías más innovadoras del mundo, como Virgin, Google o LinkedIn, parecen haber encontrado la fórmula para reemplazar las clásicas reuniones largas, tediosas e improductivas que todos odiamos. El paseo.
¿Qué mejor forma de darle un nuevo aire a tus reuniones que realizarlas al aire libre? La idea consiste en dar un paseo mientras se realiza la reunión, lo que permite mantener la atención, evitar pasar tanto tiempo sentado y hacer un sano ejercicio.
Es importante que estas reuniones sean pequeñas, entre dos personas, a lo sumo 3, para que haya una comunicación más fluida, sin tantas interrupciones y sin tener que ceder la palabra constantemente a los integrantes de un grupo mayor. Se entiende también que este ambiente más distendido se presta más a la discusión de algún tema que a la aprobación de puntos trascendentales.
Pero los grandes empresarios de los últimos tiempos no son los únicos que aseguran que la clave para tener reuniones productivas es dar un paseo. Un estudio llevado a cabo sobre 176 estudiantes también respalda la exitosa técnica.
Todos los participantes del estudio tenían que desempeñar una serie de tareas mientras estaban sentados y otras tantas mientras estaban dando un paseo. Cuando se levantaron de la silla para llevar a cabo las actividades la creatividad se disparó. Así, el pensamiento creativo se mantiene durante un tiempo después de dar un paseo, pese a volver a estar sentados.
Como suele ocurrir en estos casos, la idea no es nueva.
’Shinrin –Yoku’ es el término japonés acuñado en 1982 por su gobierno para animar a su población a caminar por la naturaleza con los cinco sentidos. Una técnica para que sean más saludables, creativos y felices.
Japón, el país creador del término karoshi, muerte por exceso de trabajo, el país de la competitividad y con las tasas más altas de suicidios, desde hace unos años mira a la naturaleza y a sus bosques para recuperar su paz y equilibrio. Shinrin-Yoku, está inspirado en el budista Shinto, consiste en dejar que la naturaleza entre por los cinco sentidos. «Se trata de dar paseos por un entorno natural poniendo atención al olor que desprenden las plantas, el ruido del viento en las hojas de los árboles y toda la gama de colores y texturas que el entorno nos ofrece”.
¿Y qué tal si en lugar de pasar todo el día reunidos en una sala de hotel en el centro de Madrid organizamos la sesión de la tarde en el Parque del Retiro? No estará nuestra mente más receptiva a los mensajes? ¿No estaremos más creativos? Creo que sin lugar a dudas, no nos sentiremos tan somnolientos.
Acabar con la rutina diaria de trabajo, aliada a un ejercicio al aire libre, ayuda a transformar el ambiente laboral. La sensación de solidez aumenta y los empleados quedan más contentos. Como consecuencia, la productividad también aumenta.
¿Sería posible ponerlo en práctica en tu empresa?
