En general, todos tomamos una media de 35.000 decisiones al día, pero los grandes líderes, ya sean directivos, políticos o personas relevantes como Barack Obama, Steve Jobs o Mark Zuckerberg toman muchas más y por eso necesitan trucos.
Es fácil caer en la fatiga decisoria o cansancio mental, por la gran carga que producen esas decisiones y por sobrepasar el límite de decisiones que podemos tomar los humanos.
Piensa en las tres personalidades que estamos mencionando ¿Qué tenían en común Obama, Steve Jobs y Mark Zuckerberg? Sin duda su éxito profesional y su carisma, pero hay algo más que descubrirás si observas varias fotos en actos públicos. Siempre visten igual.
Un estudio muestra que dedicamos unos 17 minutos diarios a decidir lo que vamos a ponernos y muchos líderes para evitar esa pérdida de tiempo y el miedo a equivocarse, optan por vestir igual todos los días.
¿Cómo tomar mejores decisiones?
Compartimos 10 estrategias de nuestros cursos de formación que ampliarán la capacidad para tomar decisiones, reflexionar y tener la información necesaria para ello.
- Pensar en términos de oportunidades futuras. Al tomar una decisión, no se debe pensar en términos de “todo o nada”, sino en qué oportunidades futuras tendrá esa decisión.
- Elegir varias opciones.Las grandes empresas ante un buen proyecto, no apuestan por un solo jugador, se lo encargan a varias personas y así amplían sus opciones y logran diferentes perspectivas.
- Contar con consejo externo.Un observador externo sin los prejuicios y los condicionantes internos, podrá ofrecernos soluciones diferentes que pueden ser valiosas.
- Buscar analogías.Para evitar el bloqueo, se puede recurrir a pensar en soluciones análogas, como hicieron en Speedo para crear trajes de baño que tuviesen menos fricción en el agua. Cuando se sintieron atascados, usaron las analogías y comenzaron a pensar en las cosas que se movían muy rápido en el agua, como los torpedos y los tiburones.
- Qué decidiría otro. Las decisiones están profundamente mediatizadas por quiénes somos, nuestros valores, creencias y metas. Es importante imaginar qué decidiría una persona completamente diferente, para considerar alternativas diferentes que no se hubiesen considerado.
- La técnica 10/10/10. ¿Cómo te sentirás con la decisión que has tomado durante los próximos 10 minutos, 10 meses o 10 años? Así podrás focalizarte en las consecuencias. Si una decisión te hará sentir muy mal o culpable en el futuro, es mejor buscar otra.
- Limitar las opciones.Tener demasiadas alternativas nos confunde. Si es así hay que limitarlas para poder centrarnos en los pros y contras de cada una de ellas.
- No es necesario tomar la mejor decisión.Buscar la mejor alternativa puede paralizarnos, muchas empresas toman decisiones y corrigen sobre la marcha, por lo que las decisiones no son definitivas ni perfectas, simplemente útiles para avanzar y mejorar.
- El peor escenario posible. Antes de tomar una decisión, es importante prepararnos para un fracaso, imaginar el peor escenario posible. ¿Cuáles son las probabilidades reales de que ocurra? Si no eres capaz de lidiar con esas consecuencias, será mejor que tomes una decisión más cauta. A veces, no arriesgar significa ganar.
- Decidir por uno mismo. Hay que tomar las decisiones, no dejar que los demás decidan por nosotros.