Los mayores de 65 años tienen una media de 4 patologías ¿Cómo lograr que afronten el diagnóstico?
La mitad de los pacientes españoles se resisten a afrontar un diagnóstico crónico adverso, lo que conlleva que no siguen el tratamiento.
Actualmente, más del 70% de los mayores de 65 años tiene alguna enfermedad crónica y de media se tienen 4 patologías por persona, sobre todo alteraciones osteoarticulares y cardiovasculares. La hipertensión arterial, los dolores lumbares y niveles elevados de colesterol en sangre son las tres patologías principales que padecen los españoles, en gran parte debido a hábitos, como el sedentarismo, la mala alimentación o un excesivo estrés. Actualmente, en España más de un 78% de las consultas de Atención Primaria y un 62% de los ingresos hospitalarios son debidos a estas patologías.
Está demostrado que asumir el diagnóstico de las enfermedades crónicas mejora la adhesión al tratamiento y por lo tanto, la calidad de vida del paciente. ¿Qué se puede hacer para ayudar a los pacientes a afrontar el diagnóstico?
Pedir una segunda opinión
Acudir a un segundo especialista permite conocer otra opinión, diferentes opciones de tratamiento y, sobre todo, hacerse a la idea de la enfermedad y disipar las dudas del paciente.
Ser realistas
Muchas personas ante un diagnóstico crónico reaccionan con incredulidad y desesperación (¿por qué a mí?, ¿qué he hecho yo?), pero, una vez pasado el primer impacto emocional, es necesario huir de soluciones que nieguen la realidad o el abandono a la fatalidad. Se trata de aceptar lo inevitable y dar los pasos necesarios para poder vivir lo mejor posible.
Informarse
El Dr. Google pone al alcance de los pacientes mucha información. Es importante preguntar al especialista por las fuentes fiables sobre la enfermedad en la red y evitar la desinformación. El médico podrá resolver sus dudas sobre tratamientos, qué hacer para mantener el bienestar, evolución de la enfermedad…
Tomar la medicación
Para la Organización Mundial de la Salud la adherencia al tratamiento implica tomar la medicación de acuerdo con la dosificación prescrita por el médico y, por otro, persistir, esto es, tomar los medicamentos a lo largo del tiempo. Sin embargo, en los países desarrollados, solo el 48% de los pacientes crónicos se toman en serio su cuidado y la mala adherencia al tratamiento causa entre el 5 y el 10% de los ingresos hospitalarios.
La actitud no cura, pero ayuda
Incluso los médicos están de acuerdo en que los pacientes con mejor actitud hacia su enfermedad, que viven sus dolencias con optimismo, acuden menos veces a consulta y tienen menos ingresos hospitalarios.
No anticipar acontecimientos
Hay que aplicarse esa frase atribuida a Julio César: “Cuando lleguemos a ese río, ya hablaremos de ese puente”. Nadie sabe lo que va a ocurrir y ponerse en lo peor resulta inútil y solo sirve para causar daño psicológico a quien anticipa un negro final.
Compartir los temores
Cada uno es muy libre de comunicar o no su enfermedad, pero los psicólogos recomiendan compartir los miedos como la mejor manera de combatirlos. Hablar con los amigos, con la familia o, si es necesario, con un profesional alivia la angustia y permite vivir mejor. Las asociaciones de personas afectadas por dolencias iguales también son de gran ayuda.
Seguir haciendo lo que a uno le gusta
El principal temor de quienes son diagnosticados es dejar de ser independientes, según encuestas realizadas por thyssenkrupp Home Solutions para el 75% de los mayores de 65 años, que reciben un diagnóstico adverso, resulta primordial poder seguir en su propio hogar y con las mismas actividades. Puede que las actividades vayan cambiando, y si antes se podían practicar deportes de riesgo, ahora haya que conformarse con pasear, leer, ver una película, recibir clases de pintura o música, practicar yoga o simplemente quedar con amigos. Lo que está verdaderamente contraindicado en cualquier caso es renunciar a lo que a uno le gusta.