Hay imágenes, mensajes, charlas, películas que nos tocan el corazón. Que contienen las claves para despertar nuestras emociones.
Recordemos El anuncio de La Lotería de Navidad con el sobre rojo, el de la fábrica de Campofrío quemada o cuando España ganó el primer mundial de fútbol, los consejos de Mary Theresa Schmich a los jóvenes o el discurso de Steve Jobs en la Universidad de Standford, son ejemplos muy difundidos .
También nos llega el gesto de un compañero, al echarnos una mano en el momento que más lo necesitamos, el beso de nuestro hijo o terminar un trabajo en el que hemos puesto todo nuestro empeño, una carrera… Cada uno tenemos, sin duda, nuestra propia lista de situaciones que nos emocionan, lo que sí es cierto, es que cuando esto sucede, ese momento dejará huella en nosotros para siempre, lo recordaremos y nos hará mejores.
Y ¿qué tienen que ver las emociones con los eventos o la formación?
Si queremos dejar una huella perdurable en las personas, todo.
Para dejar una emoción perdurable, todo lo que hacemos debe basarse en los mensajes auténticos, la experiencia y la innovación. Una mezcla perfecta para que un evento, un curso, una reunión, un viaje de incentivo, una acción de marketing farmacéutico, un congreso o una acción de team building, logren llegar a las personas, que lo hagan memorable, lo recuerden y que mejoren a los que participan de él.
La emoción a través de los mensajes, las ponencias, las actividades y una cuidada atención y el trato a los participantes, antes, durante y después del encuentro.
La experiencia de llevar desde 1992, escuchando a nuestros clientes y a los asistentes de nuestros eventos, lo que nos ayuda a tener una visión personalizada, adaptada a cada necesidad.
La innovación, porque cada día hay que seguir buscando nuevos caminos, nuevas formas de llegar a las personas y de crear experiencias únicas, que lleguen al corazón.
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