Cada año en Nueva York se celebran las llamadas “Sludge Olympics” estas “olimpiadas del barro” permiten a los trabajadores del servicio público de alcantarillado mostrar lo capacitados que están para su trabajo y el sentido que ven a hacerlo bien.
¿Qué hace que un trabajador bien pagado y mimado por una empresa pueda sentirse desmotivado y los trabajadores del servicio de alcantarillado de Nueva York se sientan tan satisfechos? Las olimpiadas y otras acciones motivacionales son sin duda importantes, pero lo fundamental es encontrar sentido a lo que haces.
La motivación está muy presente en el concepto Smart Training de Grupo Process y nuestros programas para directivos, formación a departamentos Médicos y de Marketing de laboratorios farmacéuticos y cursos en formación técnica y de gestión sanitaria.
Pensar en el por qué de nuestro trabajo, buscarle sentido a nuestra profesión parece contradecir la tan de moda teoría del aquí y el ahora que predica el mindfulness, pero no son tan incompatibles. Encontrar nuestro propósito en la vida y en el trabajo nos permitirá encontrar la motivación necesaria y aceptar nuestro presente nos muestra el punto de partida desde el que avanzar. Los propósitos no se deben entender desde la necesidad, sino del deseo de crecer y mejorar.
Bill George, profesor de liderazgo en Harvard y CEO de Medtronic, ha explicado en varias ocasiones por qué siempre invitaba a la reunión anual de su empresa a una persona a la que sus dispositivos médicos hubiesen salvado la vida. Una sencilla forma de mostrar a los trabajadores la importancia de su labor y conectarles directamente con las personas para las que era útil.
No todos los trabajos son tan vitales, pero siempre están relacionados con productos o servicios que son importantes para los clientes y todos podemos encontrar una razón que haga que nuestra labor diaria sea significativa y valiosa.
Tampoco hace falta ir al extremo opuesto y tratar de encontrar sentido a cada tarea, lo importante es valorar lo que se construye día a día, más que angustiarnos por no encontrar nuestro propósito verdadero en ese trabajo.
Con el enfoque correcto podremos lograr que cualquier trabajo tenga sentido.